Más de 560 familias no pueden hacer frente al pago de la hipoteca de su casa
El segundo trimestre registra un nuevo récord de ejecuciones hipotecarias en Huelva
HUELVA INFORMACION.ES
Tres años de crisis financiera sumados a una escalada del paro y a los excesos inmobiliarios durante los tiempos de prosperidad dan como resultado una cruda factura en los hogares onubenses. La hipoteca, principal deuda en el pasivo de las familias, se ha llegado a convertir en una losa insoportable por la falta de ingresos o la pérdida de parte de ellos y ha provocado un fuerte crecimiento de las demandas judiciales de las entidades financieras por impago de las cuotas. La crisis económica ha provocado que los juzgados onubenses hayan recibido en los seis primeros meses del año el año 568 solicitudes de ejecuciones hipotecarias, expedientes que surgen cuando una familia no puede pagar su hipoteca y tienen su origen en las demandas por impago que entraron en tromba en los tribunales a partir del estallido de la crisis, fundamentalmente desde mediados de 2008.
De momento, el segundo trimestre ha dejado la cifra más alta registrada desde 2008 (año en el que se constató un incremento en las ejecuciones presentadas en Huelva del 137,5%) y además deja el incremento más alto entre el primer trimestre y el segundo de un mismo año (10%).
Al margen de cálculos matemáticos, lo que deja claro la estadística la última estadística del Consejo General del Poder Judicial es que la crisis no cesa y sigue dejando sus efectos más crueles entre las familias de la provincia.
El proceso de una ejecución hipotecaria se inicia cuando un cliente deja de pagar al banco entre tres y seis cuotas consecutivas de su hipoteca. Es entonces cuando la entidad financiera comienza el proceso y se dirige a los juzgados para abrir la ejecución. Se trata de un proceso complejo que va más allá de la simple morosidad o retrasos a la ahora de pagarlas mensualidades. Cuando se inicia una ejecución no es para pedir la cantidad de dinero atrasada, sino para reclamar el importe total de la hipoteca a una interés marcado que puede varias entre un 20 y un 25%. Todas las costas judiciales corren a cargo del deudor. Cuando se constata que el afectado no puede hacer a toda la deuda, el juzgado saca a subasta el inmueble, que en muchos casos no es suficiente para devolver todo el dinero prestado.
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