Millones de trabajadores perderán sus derechos por la reforma laboral
A partir del 8 de julio se materializa otra vuelta de tuerca en el camino hacia el paraíso empresarial en el que quieren convertir España estos talibanes del neoliberalismo que gobiernan, por desgracia, nuestro país. Esa fecha se anularán los primeros convenios colectivos denunciados que llevan un año en ultraactividad. Hasta la reforma laboral su vigencia finalizaba el día que vencía, pero si no se llegaba a un acuerdo no pasaba nada porque seguía vigente.
Con las nuevas normas antitrabajador de la señora Fátima Báñez la falta de acuerdo supone la anulación del convenio. Las consecuencias las sufrirán entre 2 y 3 millones de trabajadores.
A los empresarios, con estas condiciones impuestas a través de la reforma no les interesa, ni les ha interesado llegar a un acuerdo en la negociación colectiva de los convenios. Si no hay acuerdo se llevan el premio gordo: poner a cero los derechos de sus trabajadores. Podrán saltar por los aires los pluses de mejora de los salarios, días de vacaciones, ordenación de la jornada y mejoras en las condiciones de trabajo. Ante esta situación hay dos posibilidades: que el convenio de empresa se anule y las condiciones de trabajo pasen a regirse por el convenio sectorial automáticamente o que solo se garanticen las condiciones mínimas impuestas por el Estatuto de los Trabajadores.
Menos mal que nuestra ministra de empleo ha dicho que propondrá a los agentes sociales un código de buenas prácticas para resolver esta situación con la mayor eficacia y evitar los abusos que pudieran producirse. Me deja mucho más tranquilo la señora Báñez. Otro tema que el gobierno, al igual que hizo con los desahucios de los bancos, deja en manos de la buena voluntad de la parte fuerte del conflicto. A estas alturas ya estaréis acostumbrados al cinismo del ejecutivo.
Los empresarios, por supuesto, consideran que la eliminación de los convenios en los que no haya acuerdo es la única forma de forzar la negociación y adaptar las condiciones de trabajo al ciclo económico. Este es el concepto que tienen los de la CEOE de negociación y acuerdo: o asumes lo que propongo o no hay convenio. Dicen que hay que adaptar las condiciones de trabajo al ciclo económico y ya sabemos lo que eso significa: recortar salarios, despedir y obligar a trabajar más y en peores condiciones.
Los sindicatos han planteado a los empresarios alternativas para evitar el decaimiento de los convenios pero éstos todavía no han contestado. Debemos considerar en la resolución del conflicto dos factores: el empecinamiento del gobierno en no tocar la reforma y el hecho de que de la CEOE dependieran al inicio de la crisis para negociar convenios cerca de 30.000 personas y de los sindicatos 50.000. En conjunto, por el asuntito se mueven 3.500 millones de euros al año.
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